«Animales Nocturnos», dirigida por Tom Ford, es una película que ha dejado a muchos espectadores reflexionando sobre su inquietante final.
Basada en la novela «Tony and Susan» de Austin Wright, la película entrelaza dos narrativas principales: la vida actual de Susan Morrow (interpretada por Amy Adams), una exitosa pero infeliz dueña de una galería de arte, y la historia ficticia dentro del manuscrito que su exmarido, Edward Sheffield (Jake Gyllenhaal), le envía, titulado también Nocturnal Animals.
El Manuscrito: Una Historia Dentro de Otra Historia
El manuscrito que Susan recibe es el punto de partida de una serie de eventos que van más allá de lo que parece.
La novela dentro de la película sigue a Tony Hastings (también interpretado por Gyllenhaal), un hombre que sufre la pérdida de su esposa e hija después de que son brutalmente asesinadas por un grupo de criminales liderados por Ray Marcus (Aaron Taylor-Johnson).
Esta historia ficticia se convierte en un espejo metafórico de la relación pasada entre Susan y Edward.
Mientras Susan lee el manuscrito, se siente cada vez más conectada con los personajes y los eventos de la historia, recordando su propia relación fallida con Edward.
La brutalidad y el dolor reflejados en la novela simbolizan la devastación emocional que Edward experimentó debido a la traición de Susan: ella no solo lo dejó por otro hombre, Hutton Morrow (Armie Hammer), sino que también abortó al hijo que esperaban sin decírselo.
¿Qué Representa Cada Personaje?
En el manuscrito, Tony representa a Edward, mientras que Ray, el antagonista, puede verse como un símbolo de Susan o del dolor infligido por ella.
El asesinato de la esposa e hija de Tony refleja la pérdida de Edward no solo de su relación, sino también de la familia que nunca llegó a tener con Susan.
A medida que Tony busca venganza contra Ray, la historia se convierte en una alegoría del deseo de Edward de hacer que Susan sienta, aunque solo sea por un momento, el dolor que él soportó.
El personaje de Bobby Andes, el detective que ayuda a Tony a buscar justicia, también juega un papel crucial.
Representa a alguien dispuesto a romper las reglas para alcanzar una especie de justicia, una que no depende del sistema legal sino de un sentido personal de moralidad.
Esta búsqueda de justicia, que termina en una tragedia, es un reflejo del estado emocional de Edward al escribir la novela.
El Significado del Final: La Venganza de Edward
Al final de la película, después de que Susan termina de leer el manuscrito, decide contactar a Edward para reunirse en un restaurante.
Este es un momento clave que pone en evidencia sus sentimientos de arrepentimiento y la esperanza de reconciliarse, o al menos de encontrar algún tipo de cierre.
Sin embargo, Edward nunca aparece en la cena, dejándola sola, abatida y consciente de que él ha superado lo que alguna vez tuvieron.
Este desenlace es una venganza emocional sutil pero devastadora.
Edward, al no presentarse, le devuelve a Susan el sentimiento de abandono y desolación que él mismo experimentó cuando ella lo dejó. Es una venganza que no se basa en la violencia física, sino en el poder de las emociones y la reflexión.
Simbolismo y Temas Clave
La película está llena de simbolismo, desde el título «Animales Nocturnos» hasta los colores y escenas que cruzan las narrativas.
El título se refiere tanto a los depredadores de la novela como a los aspectos más oscuros de la naturaleza humana.
Además, la novela dentro de la película no solo es una historia de venganza, sino también una meditación sobre el dolor, el arrepentimiento y las consecuencias de nuestras decisiones.
El uso del color rojo a lo largo de la película es particularmente significativo, simbolizando la violencia, la pasión y la venganza.
Aparece en la sangre en la novela, pero también en detalles de la vida real de Susan, como su lápiz labial o el entorno de su oficina, lo que subraya la conexión entre su pasado y el dolor presente.
Conclusión: Un Final Abierto a Interpretaciones
«Animales Nocturnos» no ofrece respuestas fáciles, y su final abierto deja al espectador con preguntas persistentes sobre el cierre, el perdón y las secuelas emocionales de las decisiones pasadas.
La película, al igual que la novela que contiene, es una exploración de la complejidad de las relaciones humanas y el impacto duradero del arrepentimiento y la venganza.
Este final no solo cierra la historia de una manera que parece justa para Edward, sino que también sirve como un recordatorio de que el verdadero perdón y la paz rara vez se alcanzan a través de la venganza.
Edward, al escribir y dedicarse a su novela, parece haber encontrado una forma de procesar su dolor, mientras que Susan queda enfrentando el vacío de sus propias decisiones.
Este es el poder de Animales Nocturnos una narrativa que nos deja cuestionando la naturaleza del arrepentimiento y la justicia en nuestras propias vidas.