K-Pax es una película de Ciencia Ficción pero es más que Ciencia Ficción. Es un drama pero es más que un drama. K-Pax es muchas cosas pero sobre todo es una película entretenida para todo tipo de públicos.
Ayer me dispuse a ver K-Pax por enésima vez con mi infame compañero de piso y me agradó ver lo bien que ha envejecido.
No diré que es una obra maestra, ni que esté probablemente entre las 100 mejores películas de la historia del cine. Pero K-Pax sigue mereciendo ser vista 16 años después de su estreno.
Hay muchas cosas que me encantan de la película, pero entre ellas destacaría que te hace pensar, lo cual nunca viene mal, ¿verdad?
Antes de entrar a diseccionar un poco la criatura te dejo el trailer por si no la hubieses visto o pos si quisieras recordarla y te advierto que después empezarán los spoilers. Por si acaso no has tenido tiempo de verla… 😉
Una película para todo el mundo.
Quizás no lo consideres un aspecto que resaltar pero para mi sí que lo es.
Recuerdo haber visto esta película con mi madre y mi hermana y a todos nos gustó.
¿Qué posibilidades hay de que eso pase? Pués en mi caso no muchas, la verdad.
Muchísimas veces nos hemos devanado los sesos buscando una película que nos pudiera gustar a todos ya que, en cuanto apetencias cinéfilas, nos parecemos lo mismo que un huevo a una castaña. ¿Te suena la historia?
Y K-Pax es una de esas pocas películas que le da a cada uno algo que le interesa.
Quizás a ti te guste más cosas más frikis, pués en K-Pax lo encontrarás, o quizás algo más sentimental, pues también.
Si te pasa lo mismo que a mí y quieres una película que disfrutar con tu pareja, con tu familia, o con un extraño que te encuentres por la calle, del que no conozcas nada y al que invites a casa a ver una peli a cambio de palomitas, K-Pax es una muy buena opción.
Ciencia Ficción sin efectos especiales.
No hay muchas películas que puedan presumir de ello, y será porque no debe ser nada fácil.
En K-Pax no hay ni un solo píxel de CGI.
-¿Y es eso bueno o malo?- te preguntarás.
Y la verdad es que no es ni lo uno ni lo otro. Es simplemente peculiar y dependiendo del contexto global puede ser un acierto o un fracaso.
En Gattaca pasa algo parecido. Es una película que habla de algo que en realidad no aparece en la película explícitamente.
Lo que por otro lado tiene su gracia.
Estamos en un momento en el que, en mi opinión, se está abusando bastante de los modernos efectos especiales. Es cierto que molan, pero en exceso pueden llegar a aburrir, ya que no suelen aportar demasiado a la historia.
Al fin y a la postre, lo que a todos nos suele interesar de verdad, es una buena historia, ¿no es cierto?
¿Es Prot de verdad de K-Pax?
He aquí la gran pregunta que todos nos hacemos al verla.
De hecho nos llevamos toda la película deseando que así sea, ¿no es verdad?
Pues bien, al final no acaba de dejarse claro.
Básicamente es la idea fuerza sobre la que gira toda la película, ¿está loco o es un marciano?
Continuamente se nos van soltando argumentos para justificar lo uno y lo otro (a veces de manera algo forzada en mi opinión).
Pero es la gracia de la película.
Según mi criterio, la conclusión que saco es que sí es un extraterrestre. Al menos su mente sí lo es, por eso puede viajar n veces a la velocidad de la luz. Prot no sería por lo tanto una entidad corpórea sino algo así como un alma o algún tipo de energía vital (al menos en nuestro planeta).
De ahí que necesitara un recéptaculo en forma de Robert Porter para poder interactuar físicamente con su entorno.
A favor de esta hipótesis está que fuera inmune a los psicofármacos, que percibiera espectros de luz invisibles al ojo humano, que supiera cómo curar a sus compañeros y sobre todo que supiera cosas que ningún astrofísico pudiera saber en aquél entonces.
Aunque también está claro la posibilidad de que sea un loco muy listo.
¿Qué piensas tú?
Alguien voló sobre el nido del «kapaxiano».
Uno de los motivos por los que K-Pax es una historia treméndamente trasversal es que se trata de un drama como la copa de un pino.
Si te paras a recordar verás que la tragedia penetra cada poro del guión (aunque sin llegar al punto de dejar el salón lleno de kleenex a causa de una llantera incontrolable).
Es simplemente drama en sus justos términos.
Por un lado tenemos la tragedia que supone cualquier enfermedad mental y que tanto solemos minusvalorar.
La salud psicológica es tan fundamental como la física y como ejemplo vemos las vidas destrozadas de los compañeros de K-Pax: el que todo le apesta, la que lleva esperando 11 años a que llegue su pareja, el hipocondríaco que no puede salir al exterior, etc, etc…
Está tratado con un punto de humor que dulcifica un poco el tema. Aunque lo que trasciende no es ninguna broma y con esos mismos mimbres se hubiese podido hacer una verdadera tragedia griega si se hubiese querido cambiar el enfoque.
Por supuesto también está la historia brutal del pobre Robert Porter y de su familia asesinada, lo cual da un grado de verosimilitud que tras tratar de suicidarse quedara en estado catatónico.
También está el problema familiar que tiene Mark con su hijo. Evidentemente es un problema menor pero no quita que sea la causa última de que el chaval cambiara su nombre por el de Jesse Pinkman y acabara cocinando crack con el bueno de Walter White (véase Breaking Bad).
En resumen: K-Pax no está centrada en el drama, aunque es innegable que está trufada de él, y aunque se trate con cariño y una cierta comicidad ciertamente respetuosa, haremos muy bien en no obviarla ya que es un pilar fundamental de su éxito.
Nada que contenga Jeff Bridges y Kevin Spacey puede ser malo.
Hay muchas personas que critican la obra (y están en su derecho). Hay quienes piensan que el guión es flojito y que la dirección deja que desear (y es probable que no les falte razón).
Pero los actores son una delicia.
No se puede encontrar a una pareja más potente que Jeff Bridges y Kevin Spacey, y sin duda alguna logran sacar lo mejor de una historia que, posiblemente, con otros actores, no hubiese logrado funcionar tan bien.
Cada uno en su papel está genial (lo cual no sorprenderá a nadie) y hacen que se maximicen las virtudes de K-Pax y se minimicen sus defectos, y el resultado es una obra muy divertida que bien se merece el tiempo invertido en ella aunque sólo sea por ver en acción a estos dos genios de la interpretación.
En resumen, K-Pax es una película treméndamente recomendable, que sin ser una de esas que cambian el paradigma cinematográfico mundial, resulta muy divertida, interesante e incluso por momentos emocionante.
¿Ya la has visto? ¿A ti que te pareció? Deja un comentario y comparte tus sentimientos hacia K-Pax con este u otros universos. 🙂
¡Muchas gracias por leer!