Hay veces que uno se dispone a ver una película sin demasiadas aspiraciones y el resultado le sorprende enormemente.
Spare parts es uno de esos casos. Una joyita dirigida por Sean McNamara en medio del ruidoso universo de las megaproducciones americanas. Y si bien no es la madre de todas las películas, si que deja un excelente sabor de boca.
Es muy posible que no hayáis oído hablar de ella porque es de esas películas que pasan casi sin ser percibidas, pero si tienes un rato y quieres ver una película humana, os la recomiendo muchísimo.
Aquí tenéis el trailer de Spare Parts para que os hagáis una idea antes de seguir hablando de ella.
Spare Parts: un bonito argumento.
A modo de resumen podríamos decir que la historia de Spare Parts se centra en que un grupo de estudiantes de una de las zonas marginales del sur de Estados Unidos de origen sudamericano, se embarcan en la aventura de construir un robot subacuático con el que competir en uno de los concursos más importantes del país en temas de robótica.
Como puedes imaginar el «intringulis» de la película consiste en ver como los chicos con la ayuda de sus profesores van superando todas las dificultades que encuentran. Tanto las étnicas, como emocionales, familiares y económicas. Y no son pocas ni mucho menos.
Como casi todas las películas basadas en hechos reales, a priori el argumento no es que sea demasiado enrevesado o desconcertante. Pero la belleza de la película consiste en lo bien que está estructurado un argumento que consigue hilvanar muchos temas sin que resulte aburrida o confusa, las buenas interpretaciones de los actores/actrices (me encanta Marisa Tomei) y en definitiva, como la historia llega conmoverte, emocionarte o hacerte reír.
Que al fin y al cabo es de lo que se trata, ¿no?
Una crítica a la América escondida
Estamos más que acostumbrados a ver películas que nos venden el gran nivel de vida del americano medio. Sus perfectas sonrisas, casas, coches, etc.
Pero hay un pequeño problema, la mayoría de los americanos no viven así.
De hecho las bolsas de pobreza y marginalidad que existen en el gigante americano son cada vez mayores y aunque son a menudo obviadas en Hollywood, no por eso dejan de existir.
Este es el caso de Spare Parts. Es impensable el grado de pobreza que tienen que afrontar unos chicos que viven en la primera economía mundial. Pero así es. Especialmente para los inmigrantes.
Spare Parts pone las dos Américas una en frente la otra: mientras unos chicos tienen todas las facilidades del mundo para cumplir sus objetivos, los otros tienen todas las dificultades. Not fair.
Aunque por supuesto nadie está exento de problemas, aunque estos son de naturaleza muy diferente.
Por supuesto Spare Parts se suma a la máxima estadounidense que reza que «si te lo propones puedes conseguirlo todo«. Que básicamente viene a decir que si te lo curras, tienes el talento y las ganas no existen límites en EEUU.
Algo que es sinceramente muy dudoso por muchos ejemplos que nos enseñen. ¿Qué hay de los miles que no llegan por cada uno que si lo hace? De eso no se habla. ¿Y qué pasa si no tienes un talento innato excepcional? ¿Cuál es el mínimo que se establece como una vida digna?
En fin, que Spare Parts es un ejemplo de todo esto y reflejo de un excelente trabajo por parte de guionistas, director y actores, uno empatiza enormemente con unos chicos que viven una historia bonita en un escenario atroz.
Valoración Final: Buena
Mi conclusión sobre Spare Parts es que es una buena película que no deberíais dejar de ver. Y por cierto, no os dejéis el final ya que en el aparecen los personajes reales que inspiraron la historia.
Y para aquellos que seáis amantes de la tecnología os dejo el dossier técnico del robot acuático «Stinky» real (Está en inglés).
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Muchas gracias por leer.