Black Sails 2×09: Crítica y resumen
Cuidado SPOILERS
¡That is it! Black Sails 2×09 acaba de demostrármelo. Esta serie es toda una obra de arte. Confirmado.
Pedazo de episodio que acabo de ver. Me ha encantado.
¿Pero por qué la considero una obra de arte? te preguntarás.
Pues muy fácil. Porque tiene de todo.
Empezando por la ambientación: escenarios, vestimentas, los barcos e incluso el lenguaje (yo la veo en inglés). Cada detalle ayuda a sumergirte en el épico mundo de los piratas caribeños.
El desapego por los personajes principales. Si señor. Eso también me gusta. Al más puro estilo Juego de Tronos. En los últimos episodios van cayendo como moscas. Y no es que yo sea un sádico sediento de sangre (que no lo soy), es que cuando una serie que se permite el lujo de prescindir de ciertos personajes carismáticos suele revelar una cosa: que tienen suficiente repertorio de actores y una elevadísima consistencia narrativa. Además, consiguen una cosa que es impórtantísima. Que se te quede la cara de WTF o como se dice en mi tierra «cara de carajote» periodicamente.
Enlazando con lo anterior te comento mi último motivo importante para considerar Black Sails una obra de arte. Como no podía ser de otra forma es el guión, o mejor dicho el Guión en mayúsculas, porque Black Sails tiene un guionazo. La profundidad de los personajes destaca por si sola. Personajes complejos en complejas vicisitudes. Nadie es blanco o negro, todo son grises, matices, detalles. Los personajes tienen pasado, tienen personalidad, tienen coherencia, y eso en un mundo donde los personajes estereotipados o romos abundan en demasía se agradece especialmente.
Y por último las sorpresas. ¡Y vaya sorpresas¡ Me juego lo que quieras a que un segundo antes de que a Miranda le volaran la cabeza ni te imaginabas que podía pasar. Al menos yo no.
¿Y qué me dices que el capitán Vane vaya a intentar salvar a su enemigo mortal Flint? Pues tampoco.
En resumen, que viento en popa a toda vela, esperemos que todo siga como hasta ahora y la serie nos siga deparando estos momentos de gloria.
¿Y a ti que te ha parecido?