Visto desde la perspectiva actual parecerá que estoy hablando de otro mundo y así lo verán los lectores más jóvenes.
Pero en realidad hace bastante poco que el panorama audiovisual era totalmente distinto.
Me refiero específicamente a los que nacimos en los 80 y evidentemente anteriores.
En los 80 los niños estudiábamos la EGB, jugábamos al trompo, al fútbol o a las canicas, y en casa todos teníamos una cosa llamada «Juegos reunidos» con lo que pasábamos ratos muy agradables.
Pero la tecnología estaba llegando, y algunos afortunados tenían una videoconsola de Nintendo o de Sega con muy poquitos juegos.
Y es que en la España del momento todo lo importado era muy caro.
Tan caro que un videojuego nuevo salía por unas 10.000 pesetas (60€) de la época. Lo cual era un verdadero pastizal sólo apto para los Reyes Magos y quizás alguna otra ocasión especial.
Y con las películas pasaba lo mismo, claro, 2000 pesetas la película, incluso más. 🙁
En tv teníamos 4 canales nacionales más el canal + (que era para abonados solamente), y por lo tanto al repertorio al que teníamos acceso era más bien escaso.
Por no hablar de que Internet no existía.
¡¿Qué?! 😮 .
Pues no, ni existía Internet ni prácticamente los ordenadores.
Yo por ejemplo tenía un Spectrum de 128k que se conectaba al televisor y en el que los juegos se cargaban en cassettes. Flipa.
Y éramos felices. 🙂
Así que la piratería no existía como hoy la conocemos y el acceso a la información de cualquier tipo se reducía a una enciclopedia más o menos actualizadas y algún que otro diccionario (evidentemente Google tampoco formaba parte de nuestro vocabulario).
De hecho recuerdo discusiones interminables sobre quiénes eran los protagonistas de esta o tal película . Aunque al final de los finales era prácticamente imposible comprobar nada.
En los 80 teníamos 3 alternativas básicas si querías ver una película en casa y tenías un video VHS o Beta:
- Te la comprabas.
- Mirabas en una revista llamada la «teleguía» cuando la emitían y la grababas.
- Ibas a un tienda especial llamada» vídeo club» y la alquilabas por 100 o 200 pesetas (dependiendo de la novedad).
Lo cual tenía sus pros y sus contras por supuesto.
No voy a caer en el error del «abuelo cebolleta» diciendo que echo de menos aquellos años porque es absurdo.
Dónde esté tener acceso a cualquier película o serie de la historia con un click que se quiten todas las cintas grabadas y regrabadas del mundo.
Pero tenía sus cosas positivas y es justo reconocerlas.
De hecho, se derivan un par de circunstancias interesantes de aquella forma de consumir ocio.
Parece una tontería pero era importante.
De hecho hoy en día si me encuentro con cualquier treintañero y le pregunto que es un «Delorian«, va a tener clarísimo que es un coche que sirve para viajar en el tiempo.
Lo tenemos clarísimo.
Ten en cuenta que había ciertas películas que prácticamente memorizábamos de tantas veces que las veíamos.
Y, como decía antes, lo mejor es que todo el mundo veía las mismas películas, así que siempre había temas de conversación.
Pues de eso va el post de hoy precisamente: de las películas que en los 80 todos los niños nos conocíamos de pé a pá.
¡Vamos allá!
Las películas que todos los niños de la EGB hemos visto mil veces.
Aclaro que la lista es de las películas que vimos mil veces los que nacimos en 80, pero las películas no tienen que ser necesariamente de esa década.
También he excluido a sagas como Star Wars, Indiana Jones o Batman porque han ido mucho más allá y todos las seguimos teniendo mucho más recientes. Aunque sin duda son merecedoras de estar en esta lista.
Y habrá otras que se me hayan pasado (si es así me dices cuáles y las añado).
Pero vamos, seguro que conoces todas estas películas si eres de mi quinta.
1.Los Goonies.
Esta es sin duda un clásico entre los clásicos y seguro que tu también le tienes especial cariño.
¿Quién no ha flipado con esa pandilla de amigos que se va de aventuras en busca del tesoro del pirata Willy el Tuerto?
Además, la peli iba sobre niños. ¡Qué más se puede pedir!
Micky, Gordi, Data, el Bocazas,… vaya personajes. Parece verano azul, pero más interesante.
Por no hablar del feísimo, pero gran persona, Sloth, y de la familia de los pérfidos Fratelli.
Todo un peliculón imprescindible.
2.Cazafantasmas.
Cazafantasmas es otra de las grandes películas de los 80.
Vista a día de hoy los efectos visuales eran poco menos que groseros.
Pero eso nos daba igual.
Es una película divertidísima y si hay algo que hemos aprendido es que no se deben unir los chorritos (por mucho que diga la nueva versión, que por cierto está genial también).
Yo creo que uno de los puntos fuertes de esta película, es que es en realidad una comedia de fantasmas.
Lo cual es un gran punto a su favor si eres un pequeño retaco.
De hecho un poco después se hicieron varias películas de las que también guardo muy buen recuerdo como «agárrame esos fantasmas» o «los fantasmas atacan al jefe«.
Aunque no tienen la épica que tienen Los Cazafantasmas ni mucho menos.
3.Regreso al futuro.
Esta es sin duda mi mayor debilidad.
Yo no sé cuántas veces habré visto esta trilogía pero te aseguro que muchísimas.
De hecho mi vecina la tenía original y cada dos por tres se la pedía.
Regreso al futuro es una joya de principio a fin. Una obra total que ha marcado una época y un género. Y de la cual se pueden sacar muy pocos defectos.
De hecho la volví a ver el año pasado cuando coincidió la fecha en la que Marti iba al futuro y no ha perdido un ápice de interés.
No queda mucho más que decir, aparte de que es una obra maestra con mayúsculas y letras de oro.
4.Teen Wolf.
Imagino que si volviera ver Teen Wolf hoy no me parecería ni mucho menos lo que me pareció entonces.
Así que no creo que la vuelva a ver. Prefiero quedarme con el gran recuerdo que tengo de ella.
Como dice la canción «al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver«.
No se, quizás me gustara.
De todas formas la recuerdo casi entera.
Desde el momento en el que se vuelve hombre lobo y se da cuenta de que su padre también lo es, hasta cuando «surfea» en la furgoneta de su amigo.
Los partidos de baloncesto, la rubia que se liga y de la que acaba pasando, la fiesta en la que muerde la lata, los ojos rojos,…
Michael J. Fox en los ochentas era el puto amo y que yo recuerde me han gustado todas sus películas.
Y Teen Wolf era una de las fijas en todos mis rankings.
5.Cortocircuito.
O Jhonny 5, como a él le gusta que le llamen…
La historia es un poco rocambolesca pero funciona.
Precisamente el robot se llama así porque es un cortocircuito que le funde un poco los adentros informáticos pasando de ser un robot diseñado para la guerra a una graciosa criaturilla ansiosa de datos.
Así es, cortocircuito cobra conciencia de sí mismo y tiene unas ansias inmensas por aprender.
No recuerdo en realidad si el tema de la inteligencia artificial se trata en la película pero es lo de menos.
Los robots molan y en los 80´s mucho más sin duda (aunque parezcan saltamontes).
6.Karate Kid.
Dar cera, pulir cera… ¿Te suena? ¡Seguro que si!
Todos hemos querido tener un sensei como el Maestro Miyagi.
Un crack donde los haya que caza moscas con palillos.
Karate Kid tiene todos los componentes para que un niño se flipe y se ponga a hacer la técnica de la grulla por todos sitios.
Sin duda mucho mejor que la del niño de Will Smith. Más soso no puede ser.
Daniel LaRusso es un pringadillo que canea a todos los vacilones del barrio, hasta que parte la pana con sus conocimientos karatecas.
Puro oro llevado a la pantalla.
7.La historia interminable.
Otro clásico entre los clásicos.
No sé por qué yo tengo especial buen recuerdo del principio. Cuando Bastián empieza su aventura cogiendo leyendo el libro.
De todas formas la historia es total, una explosión de fantasía por todo lo grande, a la que mucho deben títulos posteriores como las Crónicas de Narnia o la Brújula Dorada.
La Historia Interminable abrió el camino a la fantasía infantil.
Qué decir de Atreyu, el joven cazador, La Emperatriz Infantil, bondadosa y hermosa, o Fújur, el pedazo de dragón peludo que todos hemos soñado cabalgar mil veces.
Evidentemente está muy enfocada para el público infantil, pero que nos quiten lo bailao, ¿verdad?
¡Cuanto hemos disfrutado de esta maravillosa aventura en los años 80!
8.Los gremlins.
Primera norma del club de la lucha…. em… creo que no era así.
Ah sí, si tienes un gremlin en casa hay tres cosas que nunca, bajo ningún concepto puedes hacer:
- Permitir que les de la luz del sol.
- Evitar a toda costa que se mojen.
- Y sobre todo, importantísimo, jamás de los jamases, darles de comer después de medianoche.
Y evidentemente las reglas no se cumplieron y se lió pardísima.
Pobre Gizmo, ¿te acuerdas del sonidito que hacía?
La película triunfó por todo lo grande y seguro que si eres de los 80 la tendrás grabada a hierro en tu memoria.
Una parecida (más o menos) eran los critters, pero yo era, soy y seré siempre fiel a mis queridos mogwais.
9. Superdetective en Hollywood.
Superdetective en Hollywood es un ejemplo de las muchísimas películas que nos tragábamos Eddie Murphy en aquella década.
Y todas buenas.
¿Te acuerdas del Principe de Zumunda, El chico de Oro o Entre pillos anda el juego?
Grandes peliculones todas.
De hecho, la grandeza en aquella época de Eddie Murphy, sólo era comparable a la Michael J. Fox o Tom Hanks.
Eran los dioses del momento.
Pero concretamente Axel Foley hacía las delicias de todos combatiendo el crimen con su aire divertido y original.
10.Esta casa es una ruina.
Esta película es posiblemente con la que más me haya reído en mi vida.
Y no por saber que iba a pasar, dejé de hacerlo ninguna de las doscientas millones de veces que la habré visto.
Esta casa en una ruina es una película para toda la familia para enmarcar.
Una verdadera maravilla.
Tom Hanks era (y sigue siendo) un actor excelente, pero en aquella época era básicamente un actor de comedias.
¡Y que comedias!
¿Te acuerdas de Big o Splash? Otras buenas películas sin duda.
Pero para mi la más especial fue esta.
¡Qué buenos recuerdos!
Últimas reflexiones sobre el cine infantil de los 80.
Es evidente que el cine de los años 80 tenía sus limitaciones técnicas, pero las suplíamos con creces usando nuestra imaginación.
Personalmente siempre he pensado que lo más importante de una película es su guión y que los efectos especiales son algo accesorio.
Y cuando eres niño es aún más evidente.
Intenta volver a ver películas como Terminator 1, La guerra de las galaxias (sin remasterizar)o cualquiera de las películas antes mencionadas. Al principio choca, pero en nada te vuelve a meter en la historia.
Así es. Hoy en día es tanto el volumen de creación de películas que da la impresión de que Hollywood se ha quedado sin ideas y no hace más que regurgitar viejas glorias con más o menos éxito.
Pero cuando eres niño eso te da igual porque todo es nuevo y apasionante.
Seguro que a los niños de hoy en día también se lo parecen, aunque hay un matiz importante, ellos tienen muchas más posibilidades y raramente verán una películas más de una vez.
Así que no les cogerán el cariño que nosotros les cogíamos a esas cintas VHS que poníamos periódicamente con tanto gusto.
Muchísimas gracias por leer y ya sabes: si te ha gustado compártelo en las redes sociales.
Y si eres de mi generación y te sientes identificado con lo que he dicho, no lo dudes. Deja un comentario y compartimos impresiones.
Estoy seguro de que me he dejado un montón de películas en las que no he caído, pero que todos hemos visto un montón de veces.
Yo por mi parte, si tuviera que elegir cual es la mejor película de los años 80, creo que me quedaría con Regreso al Futuro. Para mí es una trilogía imprescindible y a día de hoy se puede ver sin ningún problema. Tengo ganas de volver a ver otras, pero me da un poco de miedo, quizás sea mejor quedarme con el recuerdo bonito de haberlas disfrutado de niño.